El juego libre es la actividad principal a través de la cual el infante aprende y supera los retos evolutivos: se socializa, adquiere conocimientos, se conecta y se descubre a sí mismo, a los otros y a su entorno sin que se le empuje hacia una intelectualización prematura.
Se tiene un cuidado muy especial por el ambiente y todo lo que rodea al infante, proporcionándole en todo momento una riqueza de impresiones sensoriales que le permiten una relación auténtica con su entorno, brindándole oportunidades para contactar con la naturaleza que le rodea, a través de juguetes hechos de materiales naturales, el uso de acuarelas y ceras hechas con tintes naturales, el uso de cera de abeja para modelar, entre otros.